Tres granjas integradas con ICPOR, compañía que desde 2012 está especializada en integración porcina de cerdo blanco e ibérico, se han repartido 4 galardones en la tercera edición de los premios Porc d’Or Ibérico, organizada por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), y apoyada por la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Salamanca, la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI) y Zoetis.
En concreto, las granjas integradas con ICPOR que participaban en esta edición de los premios más prestigiosos del sector porcino ibérico han sido reconocidas con el premio especial Porc d’Or Ibérico Zoetis a la Innovación, con un oro, una plata y un bronce.
Estos premios se entregan a granjas de cerdas reproductoras ibéricas de toda España como reconocimiento a su trabajo y labor en tres categorías diferentes en función del tamaño de la instalación: primera (de 10 a 375 cerdas), segunda (de 376 a 900) y tercera categoría (más de 901 cerdas reproductoras), y atendiendo a tres criterios técnicos: nacidos vivos, tasa de partos y longevidad.
Este último criterio ha sido una de las novedades de esta tercera edición, en sustitución de la productividad numérica, criterio valorado en las dos primeras ediciones de estos premios. La segunda novedad ha sido la creación de un nuevo galardón especial: el premio Porc d’Or Ibérico Zoetis a la Innovación. Por primera vez, un cebadero ha sido reconocido en los premios Porc d´’Or Ibérico.
Así, Ibéricos Valcorba, granja de cerdas reproductoras situada en Bahabón (Valladolid), ha sido reconocida en su categoría, la tercera, con el oro en tasa de partos, donde ha logrado un índice de 95,65, y con el bronce en el criterio nacidos vivos, con un índice de 8,80. Por su parte, Granja Valdisierro, granja ubicada en Fresno de Valdespino (Segovia), ha logrado un galardón en esa misma categoría: plata en longevidad, con un índice de 51,03.
Innovación al servicio del medio ambiente y el bienestar animal
Los premios Porc d’Or Ibérico se conceden a las granjas de cerdas reproductoras que remiten periódicamente sus datos al Banco de Datos de Referencia del Porcino Español Ibérico (BDporc-i). Hasta este año, ninguna granja de cebo podía optar a participar en los premios más prestigiosos en el sector porcino español.
Granja La Barrosa, ubicada en la localidad zamorana de Arquilinos (Zamora) e integrada con ICPOR, ha sido galardonada con el premio especial Porc d’Or Ibérico Zoetis a la Innovación. La instalación está plenamente alineada con el modelo de desarrollo sostenible y a largo plazo de ICPOR para contribuir a modernizar el sector porcino en España, donde la innovación desempeña un papel determinante. Además, este cebadero ya fue finalista en la última edición de los Premios Surcos, que reconocen la labor de los profesionales, empresas e instituciones que trabajan por mejorar el sector agrícola y ganadero en Castilla y León.
Esta granja es una referencia en innovación en el ámbito de la producción porcina al incorporar las tecnologías más avanzadas procedentes de Estados Unidos y pioneras en España. Este compromiso con la innovación está respaldado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), una Entidad Pública Empresarial, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que promueve la innovación y el desarrollo tecnológico de las empresas españolas.
La innovación de este proceso consiste en el uso de nuevas técnicas de manejo y de alimentación mediante un sistema de clasificación y acceso a corrales de alimentación, con el fin de conseguir la máxima precisión en el ajuste del suministro de nutrientes respecto a las necesidades de los animales en cada fase de su desarrollo. Una mayor precisión implica un mejor aprovechamiento de esos nutrientes por cada animal y, por tanto, un menor volumen excretado, con lo que la gestión posterior de los estiércoles es mucho más eficiente y sostenible.
Este modelo de alimentación controlada e individualizada también contribuye a una reducción de posibles problemas inmunológicos en los animales. Esto, sumado a un control permanente de las condiciones ambientales de la instalación (temperatura, humedad, etc.) y a la disposición y manejo de los cerdos garantiza el confort y el bienestar de los animales.