Un equipo internacional de investigadores, liderado por científicos de la Universidad de Granada (UGR) y el Instituto de Investigación para el Cuidado de la Tierra de Nueva Zelanda (MWLR por sus siglas en inglés), ha presentado un modelo innovador que promete "mejorar drásticamente la gestión del agua en suelos agrícolas, particularmente en los de origen volcánico.
Estos suelos, al igual que otros, presentan una amplia variedad de tamaños de poro que influyen en el comportamiento del agua a diferentes escalas, según ha detallado la UGR en una nota de prensa sobre este estudio, que ha sido publicado en la revista científica 'Journal of Hydrology'.
Este avance, según ha explicado el investigador principal del proyecto por la UGR, Jesús Fernández Gálvez, "es crucial en un contexto global donde la escasez de agua es una de las principales amenazas para la agricultura y la conservación del medio natural".
"La investigación ofrece una herramienta que no solo mejora la predicción del flujo de agua en el suelo, además permite aumentar la eficiencia en el uso del agua en zonas de cultivo con condiciones extremas", ha añadido. El equipo, liderado también por Joseph Pollacco (MWLR) ha desarrollado en concreto un modelo que divide con precisión el flujo de agua entre los macroporos y la matriz del suelo, dos componentes esenciales para "entender la dinámica hídrica en suelos agrícolas".
Este enfoque permite a los agricultores gestionar el riego de forma más eficiente, conservando un recurso tan valioso como el agua. "El modelo desarrollado no solo mejora las predicciones de flujos de agua en suelos de regiones volcánicas, sino que también tiene aplicaciones en una amplia gama de suelos no volcánicos, abriendo un abanico de posibilidades para implementar una agricultura sostenible en contextos de estrés hídrico", ha aclarado Fernández Gálvez.
Este trabajo tiene implicaciones para el futuro de la agricultura, especialmente en países como España, donde la escasez de agua es un desafío creciente. En línea con los objetivos de la nueva Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea, que promueve una agricultura más competitiva y respetuosa con el medio ambiente, esta tecnología puede ser clave para garantizar la sostenibilidad de los cultivos y mejorar la eficiencia en la gestión de recursos hídricos.
La PAC fomenta la adopción de prácticas innovadoras que aseguren la resiliencia de las explotaciones agrícolas frente a desafíos climáticos, como el estrés hídrico, y este modelo se presenta como una solución prometedora para "avanzar en esa dirección", han detallado desde la UGR.
APLICACIONES EN OTRAS INDUSTRIAS
Además de su aplicación en la agricultura, el modelo tiene potencial para ser utilizado en otras industrias que dependen de la gestión eficiente del agua, como la silvicultura y la gestión de recursos naturales, han agregado desde la institución académica andaluza.
El enfoque riguroso y aplicado en la gestión de recursos esenciales posiciona estos avances como un recurso valioso para organismos como la Unión Europea y las Naciones Unidas en "futuras decisiones estratégicas que afectan tanto al medio ambiente como al desarrollo agrícola", han señalado estos expertos al hilo de su investigación.
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