Castilla y León acoge desde este lunes a la delegación de la Comisión Europea que viaja a la comunidad para conocer de primera mano la realidad del conflicto generado por la coexistencia entre el lobo y la ganadería, especialmente la que se desarrolla en régimen extensivo.
Esta conflictividad ha aumentado notablemente en los últimos años en determinadas zonas de la Comunidad, motivada por la expansión de la especie al sur del río Duero, donde tiene la consideración de estrictamente protegida en virtud de lo establecido en la Directiva europea 92/43/CEE, conocida como Directiva Hábitats, y el exponencial aumento del número de ataques producidos en esta zona, que superan ya el millar de ataques anuales, con más de 2.500 cabezas de ganado muertas.
“Vamos a pedir a esta delegación que el lobo sea declarado especie cinegética también al sur del Duero porque la proliferación de ataques así lo requiere. El ejemplo claro está en la zona norte, donde el control de población está siendo sostenible y la coexistencia es más llevadera”, comentaba este lunes el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro.
Tras la reunión, que se celebraba este lunes en la Delegación Territorial de la Junta en Ávila, con la Junta de Castilla y León, MAPAMA, alcaldes y representantes de los sectores afectados e interesados, visitarán diversas explotaciones ganaderas de la provincia en las comarcas de Sierra de Ávila y Gredos, concretamente en los términos municipales de Tornadizos y San Martín de la Vega del Alberche. En esta primera reunión se encuentra el alcalde de Fuentesaúco, Gaspar Corrales, como uno de los damnificados al encontrarse al sur del Duero.
El martes esta comisión se trasladará a la provincia de Zamora, hasta las comarcas de Guareña y Sayago, para conocer sobre el terreno explotaciones de San Miguel de la Ribera y Fresnadillo de Sayago. “Verán el daño que está causando el lobo en las explotaciones ganaderas y trataremos de convencerles para que sea declarado como especie cinegética”,zanjaba Alberto Castro.