Campo

Castilla y León, única comunidad con un Programa propio de Vigilancia Sanitaria en Fauna Silvestre

La solidez de la información disponible sobre enfermedades silvestres y la gran inversión científica con los mejores expertos en tuberculosis ayudan a sacar conclusiones técnicas solventes que van permitiendo avanzar en la lucha frente a la enfermedad. El mantenimiento de la actividad cinegética y una mejor gestión de los movimientos del ganado, claves para la reducción de la tuberculosis bovina en la zona de El Barco de Ávila.

Tuberculosis en fauna bovina

El director general de Producción Agropecuaria, Agustín Álvarez, ha participado en la jornada de presentación del ‘Estudio epidemiológico de tuberculosis animal: evaluación de la interfaz bovino-fauna silvestre’ celebrada en El Barco de Ávila. Allí ha recordado que Castilla y León es la única Comunidad Autónoma que tiene un programa de vigilancia sanitaria en fauna silvestre a nivel regional, lo que permite duplicar el muestreo exigido por el Programa Nacional.

Como ha manifestado Álvarez “esto nos permite disponer de información clara de las posibles áreas donde la interfaz ganado bovino-fauna silvestre podría suponer un problema sanitario y esos datos son los que nos han llevado a centrar esfuerzos en desarrollar un programa de investigación muy ambicioso en la zona de El Barco de Ávila”. Este estudio, que se inició en 2017, ha sido posible gracias a la colaboración entre la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural y el Instituto de Recursos Cinegéticos (IREC), adscrito al Centro Superior de Investigaciones Científicas.

Durante la jornada, el responsable del estudio, Christian Gortázar, catedrático de Sanidad Animal en el IREC, ha expuesto los resultados del trabajo realizado en colaboración con los servicios veterinarios oficiales, los ganaderos, titulares de cotos de caza y cazadores de la zona.

La investigación

El trabajo ha consistido en un diagnóstico epidemiológico en la comarca de alta prevalencia de tuberculosis en ganado bovino de El Barco de Ávila, incluyendo tanto la fauna silvestre como el ganado doméstico.

En el estudio se han analizado las características y composición de los animales afectados por tuberculosis en esta zona. Además, se han identificado los beneficios y los posibles riesgos que la actividad cinegética puede tener respecto a la tuberculosis.

La investigación también ha buscado determinar los principales factores de riesgo relacionados con la bioseguridad en explotaciones ganaderas y se han utilizado herramientas moleculares para profundizar en la situación epidemiológica del área de estudio.

Toda la información obtenida se ha integrado para realizar propuestas de actuación en relación con la mayor presencia de tuberculosis en estas zonas respecto a otras.

Conclusiones

Del análisis de la información relativa a la caza se han extraído dos conclusiones relevantes: la caza contribuye significativamente a la regulación de las poblaciones de jabalí del área de estudio, con lo que ayuda a controlar la principal población de hospedadores infectados. Y también que hay margen para mejorar la contribución de las actividades cinegéticas a la mejora de la sanidad, particularmente en relación con la gestión de las piezas abatidas y sus vísceras.

En relación al ganado bovino se concluye que el riesgo de tuberculosis en explotaciones bovinas de la zona de estudio viene determinado por el uso de pastos de montaña en la ‘zona de alta prevalencia’ y la fragmentación de pastos, que facilitan tanto el contacto entre rebaños bovinos como las interacciones con hospedadores silvestres, así como por la escasa bioseguridad en el aporte de agua y alimentos al ganado.

Ante esta situación, para reducir progresivamente la prevalencia de infección en el conjunto de hospedadores implicados, es necesario actuar en varios frentes. En cuanto al ganado bovino, además de mantener las medidas propias del Programa Nacional de Erradicación, sería necesario modular la subida estival de rebaños a la Sierra de Gredos.

Además, habría que buscar formas para reducir la atomización de los pastos o, al menos, integrar muchos rebaños en una única entidad y formar a los ganaderos en materia de bioseguridad.

En cuanto a la fauna silvestre, parece difícil aumentar significativamente la actual presión cinegética, por lo que los esfuerzos deberían dirigirse a asegurar el mantenimiento de esa actividad y facilitar una mejor gestión de las piezas y de los residuos de caza.

Estatus sanitario

La evolución del estatus sanitario de la ganadería bovina en Castilla y León es muy positiva. En tuberculosis bovina se ha pasado en diez años de tener pruebas positivas a la enfermedad en el 4,16 % de las explotaciones a tener sólo el 1,43 %. Además, Burgos, León, Palencia, Segovia, Valladolid y Zamora se encuentran ya con prevalencias inferiores al 1 %, en concreto entre el 0,2 % y el 0,5 %. Solamente Ávila, Salamanca y Soria tiene una situación superior al 1 %, entre el 1,8 % y el 2,5 %.

Este estatus sanitario, fruto del trabajo de los ganaderos y los servicios veterinarios oficiales, permite que el 98,6 % de las explotaciones de vacuno puedan mover libremente sus animales dentro y fuera de la Comunidad Autónoma y exportar, no solo en el entorno europeo, sino también a países fuera de la UE.

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