Asaja pidió en las últimas horas al consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, que Castilla y León “enarbole” la defensa de las producciones continentales, fundamentalmente de la agricultura cerealista y la ganadería extensiva, para así evitar un posible “recorte” de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) que hasta ahora reciben los sectores mayoritarios en varias comunidades, entre ellas Castilla y León, con el fin de favorecer a otros territorios, y así aglutinar fuerzas con otras comunidades que también se verían afectadas.
Así lo trasladó la organización agraria a través de un comunicado en el que no ocultó su preocupación ante las declaraciones del ministro de Agricultura, Luis Planas, sobre la intención de diseñar la nueva PAC con “acento mediterráneo”, de manera que producciones más competitivas que hasta ahora no contaban con ese apoyo podrían empezar a recibir también las ayudas. “Asaja de Castilla y León estaría de acuerdo con la ampliación de las ayudas a todas las producciones agroganaderas, siempre que lleve aparejada el correspondiente incremento presupuestario para sufragarlas”, trasladaron.
Sin embargo, lamentaron que no es así ya que, “en el marco financiero plurianual España no ha conseguido más fondos que en la etapa anterior, por lo que si se abren a nuevas producciones contando con el mismo presupuesto significa lisa y llanamente que habrá un recorte significativo de las ayudas que hasta ahora reciben los sectores mayoritarios en varias comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León”, aseveraron.
Desde los inicios de la PAC, herbáceos y ganadería extensiva han contado con el respaldo de las ayudas, no por motivos arbitrarios, sino porque estas producciones, típicas de la agricultura continental, “tienen escaso margen de beneficio” y reportan “poco valor añadido” a los agricultores, y es muy difícil que sobrevivan en un libre mercado sin ayudas. Justo lo contrario que esas producciones ajenas hasta ahora a las ayudas directas de la PAC, lo que no les ha impedido ser de los sectores más competitivos de Europa, porque su rentabilidad “depende de otros parámetros”, fundamentalmente el agua, y de un clima benigno que no tenemos en otros territorios.
El hecho de que en la nueva PAC los estados miembro vayan a disfrutar de “un amplio margen de maniobra” para aplicarla en función de las necesidades de cada país, hace que las palabras de ayer del ministro sean “preocupantes” y hagan necesario “articular una respuesta de las comunidades autónomas” para las que este cambio de criterio supondría “un atropello” contra los intereses de sus agricultores y ganaderos.