Asaja advirtió que la pandemia provocada por el COVID-19 está agudizando la crisis del consumo y la bajada de precios de la ganadería de carne, todo ello a consecuencia de las "campañas de desprestigio alentadas por los verdes, ecologistas y mal llamados animalistas".Señalaron que la "imagen negativa que se ha intentado trasladar a la sociedad, centrada en contaminación, medio ambiente o riesgos para la salud ha pasado factura al sector".
Desde la opa detallaron que los ataques han provocado "un descenso en el consumo y, por tanto, en el precio de los productos cárnicos". En el caso del vacuno, la crisis empeoró desde 2018, con descensos de precio entre el siete y el nueve por ciento, pero ahora, en medio de una pandemia sanitaria con consecuencias nefastas en la hostelería, ha llegado hasta el 13 por ciento, como ocurre la carne de añojo.
Además, el almacenamiento privado, que "se perfiló en un principio como una posible solución, no ha tenido un efecto visible en las categorías de mayor valor, que eran las más demandadas en el sector de la restauración", apuntaron. Por su parte, la situación del sector ovino "no es mejor". Los lechazos "han corrido la misma suerte, ya que se trata de un producto consumido mayoritariamente en la restauración, de manera que en los peores momentos del estado de alarma de primavera llegaron a pagarse solamente 25 euros por lechazo".
Aseguraron que, además de este "maltratado", el sector sufre los bajos precios de la leche de ovino, que han hecho "casi insostenible el mantenimiento de las explotaciones que apenas podían cubrir los costes de producción". Por ello, desde la organización denunciaron esta situación de bajos precios de la carne de vacuno y ovino y pidieron que se adopten las medidas necesarias para que se corrija la actual crisis del sector.