"Las ganaderías de extensivo pueden convertirse en los mejores bomberos para el campo" teniendo en cuenta que 40 cabras pueden comer hasta 80 kilos de biomasa por hectárea al día, "lo que supone un complemento importante al trabajo que realizan las patrullas forestales".
Aurelio González, secretario general de UPA regional, señala que allí donde hay ovejas, cabras o vacas pastando, "el monte está limpio y se reducen los incendios y, en caso de haberlos, son más fáciles de controlar".
Por los beneficios que para los montes supone el ganado por su capacidad de desbroce natural, ecológico y económico, UPA ha solicitado un encuentro con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, "para explicar la labor de limpieza que realiza la ganadería extensiva" y ha puesto en marcha una campaña en redes sociales para dar a conocer su importancia.
La importante reducción de la ganadería extensiva en amplias zonas de Castilla y León y la falta de pastoreo "significa una rápida densificación de la vegetación arbustiva y la acumulación de biomasa herbácea seca, lo que aumenta el riesgo de incendios forestales", explica UPA.