En este sentido, los agricultores y ganaderos "son el colectivo más perjudicado, ya que en la actualidad cobran las pensiones más bajas del sistema. El hecho de que en el medio rural haya que soportar un mayor gasto en los traslados, menos posibilidades en la atención sanitaria o la carencia de prestación de servicios asistenciales, por citar solo tres ejemplos, supone que esta reforma agrave aún más las diferencias entre el medio urbano y el medio rural".
Por este motivo, UPA y COAG apelan a la "responsabilidad política para que se tengan en cuenta las especiales características de vida y de trabajo que se desempeña en el campo, y las durísimas condiciones laborales y económicas de un sector especialmente castigado también en el sistema público de pensiones".
En la actualidad, más del 50 por ciento de los jubilados del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos cobran menos de 645 euros, y la práctica totalidad están por debajo de los 1.000 euros".
Por todo ello, la Alianza por la Unidad del Campo lamenta "la falta de sensibilidad del PP castigando a las personas que precisamente menos esfuerzos se les puede pedir después de toda una vida dedicada a un trabajo muy duro como el agrario, y teniendo muy merecido el descanso, la tranquilidad y, sobre todo, el cobro de una pensión justa".
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