Mientras se desarrolla la cuarta jornada de movilizaciones “espontáneas", en respuesta a convocatorias improvisadas a través de redes sociales, agricultores y ganaderos de la provincia de Zamora que las secundan coinciden al describir el “hartazgo” ante una política agraria europea que “va dirigida a acabar” con parte del sector, especialmente en zonas que tienden al envejecimiento y a la despoblación.
“No podemos más. Si esto sigue así, habrá un momento en el que la gente no pueda consumir leche, hortalizas, patatas, carne, huevos… O, si quiere consumir esos productos, tenga que comprarlos a saber a qué precio y con qué garantías”, advirtió a la Agencia Ical el alcalde de San Vicente de la Cabeza, Fernando González, quien acudió hoy a la concentración junto a la carretera N-122, en el término municipal de Cerezal de Aliste, en representación de su cónyuge, ganadera a título principal.
Al final, la reunión de tractores y profesionales del campo llegó a dificultar notablemente durante cuatro horas la circulación en ese tramo, aunque no llegó a cortarlo de forma fáctica.
“No queremos perjudicar a la gente, sino solo que tenga repercusión por qué estamos haciendo esto y que se sepa lo que nos está pasando. Como desaparezcan los agricultores y los ganaderos y no produzcamos, la gente no va a tener qué llevarse a la boca”, subrayó.
Fernando González recalcó que se trata del “último aliento” que exhalan agricultores y ganaderos ante una acumulación de circunstancias adversas que apuntan a la “desaparición” del sector. “No aguantamos más. Los precios nos asfixian. Fertilizantes, gasóleo, fitosanitarios, electricidad… Nos aprietan cada vez más y, encina, tenemos que pasar por el aro de la burocracia. Ahora, parece que hay que saber más de leyes y de papeles que de agricultura y ganadería”, afirmó.
Juan, ganadero alistano a título principal y que también cultiva cereal de invierno considera que es “lo de siempre” y clama al cielo por las “durísimas condiciones” que “impone” la Política Agraria Común para poder sacar adelante las explotaciones. “Son todo restricciones y condiciones, muchas de ellas, absurdas. No podemos cultivar los cereales que queremos cultiva ni cuando los queremos cultivar, según los años. Los costes de producción son imposibles de asumir y los ingresos, cada vez menores”, se queja.
“Hemos tenido los costes más altos de la historia y seguimos cobrando precios, en muchos casos, de hace dos o tres décadas. Fertilizantes, fitosanitarios… Todo, controladísimo. Han quitado del mercado lo que nos valía y, ahora, lo que nos mandan echar hace poco efecto y, encima, es muy caro”, apuntó a Ical.
Por añadidura, los profesionales del campo coinciden al quejarse airadamente por la burocracia, una dificultad añadida a todas las expuestas. “Tenemos que estar todo el día con los papeles para nada. Nuestros productos están bajo controles de seguridad m,uy estrictos y viene los de terceros países, sin control alguno y a precios mucho más bajos. Es imposible competir así”, recalcó.
En este contexto, el ganadero se preguntó cómo va a ser posible asegurar el relevo generacional. “Con todo lo que está pasando, ¿quién va a querer venir aquí? ¿Qué jóvenes tendrán ganas de quedarse?”, cuestionó.
“He pensado muchas veces en dejarlo pero tengo que aguantar porque las inversiones hechas están ahí y hay que pagarlas. Tengo que seguir adelante. Somos cabezones y queremos vivir de nuestro trabajo y en nuestra tierra y, aunque nos veamos ahogados, seguimos”, reconoce.
OPA
Otro punto de encuentro en el sentir de buena parte de los agricultores y ganaderos que protestan de forma alternativa durante estas jornadas es el de cierta “decepción” ante el papel desempeñado por las organizaciones profesionales agrarias a las que, por cierto, muchos de esos manifestantes están adscritos. “Pertenezco a una y, en mi caso particular, no estoy descontento, en general, pero tengo que decir que, a la hora de defender nuestros derechos, no han estado a la altura. Hemos tenido que venir a protestar de esta manera para que presten algo de atención”, comenta.
“Nos ayudan mucho con el papeleo, que hay que reconocerlo, pero falta ese impulso, que no lo hemos visto en estos últimos tiempos”, apunta.
Por lo que se refiere al hecho de que las organizaciones profesionales agrarias hayan programado movilizaciones masivas para la próxima semana, el alcalde de San Vicente de la Cabeza reconoce que no acudirá a esas convocatorias. “Nadie mira por nosotros, incluidos políticos y sindicatos. Los sindicatos agrarios van a lo suyo y se olvidan de quienes estamos de verdad en el campo, que estamos sufriendo lo indecible. Estamos desesperados y las personas desesperadas no se sabe por dónde pueden salir”, asegura.
“Se importa de terceros países, no se sabe qué controles tienen y a nosotros nos exigen 30.000 cosas distintas. Ayer, sale el presidente del Gobierno de España diciendo una auténtica chorrada cuando una señora de Francia nos ha insultado y dice que no tenemos ni idea de producir y que nuestros productos no son de garantía”, reprocha.
Costes inasumibles
Katarine Maillos, de 31 años, gestiona sendas explotaciones de cereal de secano y de ovino de leche en Palacios del Pan, siguiendo una tradición familiar de varias generaciones. “Los costes de producción son inasumibles. Es más caro trabajar que estar sentada en el sofá. Llevamos años así pero ahora se ha hecho peor con la subida de la luz. Ordeño con una máquina que gasta mucha electricidad. A veces, pago 900 euros de luz y eso no puede ser No me pagan la leche ni lños corderos como para asumir ese gasto”, relata a ICAL.
“Los corderos valen como hace 15 años, cuando los costes eran mucho menores. Paso un mes dando de mamar a un cordero y lo vendo por 40 euros, si es que llega. En las tierras, el mineral y los fitosanitarios han subido muchísimo y nos ponen muchos más requisitos”, señala.
En este sentido, insistió en que la burocracia “no gusta a nadie” en el campo y que agricultores y ganaderos prefieren “meter más ovejas y tierras que papeles”.
“Vamos a seguir con las protestas hasta que nos den una voz clara y concisa para que se solucione esto porque nos están ahogando entre papeleos y precios. Creo que las organizaciones profesionales agrarias no miran por nosotros como deberían y, por eso, salgo a protestar por libre”, explica.