Las mascaradas zamoranas buscan el “delicado equilibrio" de aumentar el turismo sin afectar a la tradición

Acogidos por el Museo Los Carochos de Riofrío de Aliste se ha celebrado el encuentro de la provincia de Zamora de la segunda ruta de “Castilla y León Importa” por las nueve provincias.

Las mascaradas zamoranas buscan el “delicado equilibrio" de aumentar el turismo sin afectar a la tradición
Las mascaradas zamoranas buscan el “delicado equilibrio" de aumentar el turismo sin afectar a la tradición

Es la contundente afirmación que ha dejado el director del Museo Etnográfico de Castilla y León en el encuentro de cooperación cultural "Castilla y León Importa", celebrado este lunes en el Museo Los Carochos de Riofrío de Alista (Zamora). Pepe Calvo animó a vecinos y asociaciones de Aliste a seguir trabajando por mantener su legado ancestral que son “joyas etnográficas” pero teniendo en cuenta ese “delicado equilibrio” al que obliga el interés turístico que han despertado las mascaradas y la adaptación de las tradiciones que se están realizando en muchos municipios para adaptarse a las necesidades del turista.

Se puso el ejemplo de cómo se han cambiado fechas u horarios para que no coincidan y reciban más visitantes o cómo se plantean vallar algunas zonas del recorrido para evitar incidencias con el público. “Soluciones antes impensables”, según Calvo, ajenas al propio rito.

Cómo mantener la tradición consiguiendo que sea una oportunidad económica para el territorio fue uno de los debates que se abordaron a lo largo del encuentro. Daniel Boyano, activista en el mantenimiento y recuperación de mascaradas, destacó cómo se difunden “recomendaciones a las personas que visitan los pueblos para no interrumpir un ritual muy profundo”. Boyano forma parte de los colectivos que recuperan mascaradas perdidas y que ayudan a mantener las existentes con actividades educativas en colegios para impulsar el relevo generacional siempre de la mano con la población local. También están realizando un “mapa digital de las mascaradas para poder ubicarlas, describirlas y evitar que se pierdan”. En ese mismo empeño está la Asociación Cultural Amigos de la Filandorra que quieren “darle impulso, que venga gente y de le visibilidad” pero siempre desde el respeto a una tradición que forma parte del alma de este territorio. “La despoblación nos ha hecho mucho daño. Si vives en Madrid muchas veces no tienes el arraigo necesario para querer participar en una fiesta como las mascaradas”, explica Manuel Baladrón.

El encuentro se celebró en el Museo Los Carochos de Riofrío de Aliste, un centro de interpretación de esta tradición que enseña Esmeralda Folgado. Explica qué significan y cómo son “personajes que durante el año están dormidos y el 1 de enero cobran vida”. Esta narradora oral asegura que las mascaradas son como los cuentos que “si dejan contarse desaparecen” y recalca además que es una tradición viva que se va modificando con el tiempo. Este carácter vivo de las mascaradas es una de las características que les cuesta más explicar a los visitantes. “De un año para otro cambian. Es una representación colectiva donde hay crítica social y que se ha ido modificando con el tiempo, el rito se adapta a lo que va sucediendo”, asegura Esmeralda Folgado. Una idea en la que enfatizó mucho Pepe Calvo ya que “es importante el carácter de mutación que tiene este patrimonio inmaterial” con origen mucho antes de la época romana y que ha ido cambiando con el paso de los siglos.

Para el director del Museo Etnográfico de Castilla y León el reto de esta época es “la inclusión total” de las mujeres y de todos los colectivos como los extranjeros en el rito como “exigencia social y hasta legal”. Una adaptación a cada época para la que “no necesitamos que nadie venga desde fuera a decirnos cómo tratar a los animales que formaban parte de la fiesta o el papel que tiene que tener la mujer en las mascaradas” afirma Esmeralda Folgado que relata cómo, por ejemplo, “el uso de animales dentro de las mascaradas se ha adoptado a los tiempos y aquí se ha hecho muy bien”.

Las mascaradas son una tradición que está en auge por el interés que despierta. Las asociaciones zamoranas trabajan con las de otros territorios de Castilla y León, Portugal y otros países del Europa y del mundo donde existen ritos similares. El Museo Etnográfico de Castilla y León trabaja para “sumar más mascaradas al nuevo museo” porque son “magia de cerca, una ópera totalis en la que todo el mundo participa”, según Pepe Calvo.

Las reflexiones de este encuentro se sumarán a las del centenar de entidades culturales de toda la comunidad que ya han participado en los encuentros convocados por “Castilla y León Importa” desde 2020. El encuentro pudo ser seguido en directo a través de XSpaces. “Castilla y León Importa” es un proyecto impulsado por la Fundación Godofredo Garabito y Gregorio con el patrocinio de la Fundación de Castilla y León, Bodegas Copaboca y Legado Abogados.

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