Dice el dicho: "Que si el mar fuera vino, todo el mundo sería marino", y esta historia no va de vinos aunque beba de las aguas zamoranas, sino de cómo los recursos del mar, o los recursos de quienes viven de él pueden convertirse en un modelo sostenible para todo un planeta.
Diana Movilla Quesada nació en el concejo de Llanes, se crio mirando al Cantábrico en un pueblo hecho a sí mismo desde su puerto y la tradición pesquera. Años más tarde, ya licenciada en Ingeniería Civil, su vida y su labor de investigación la llevaron junto a Aitor Cristiam Raposeiras, también ingeniero e investigador, hasta Chile.
Cambió el Cantábrico por el Pacífico Sur y fue allí donde ambos comenzaron un proyecto para transformas las redes de pesca en material reutilizable para el asfaltado de carreteras, teniendo en cuenta el problema que sufre el país con los deshechos de redes.
Su viaje y su investigación no terminaron al otro lado del charco ya que, tras ocho años, ambos aterrizaron en la Escuela Politécnica de Zamora y desde aquí están llevando a cabo un proyecto muy parecido al que comenzaron en Chile.
“Cuando aterrizamos en Zamora, en la Escuela Politécnica en 2020, salió justo la convocatoria de los proyectos de Transición Ecológica en España y se concedieron en 2022.Yo ya traía esa idea y yo soy de Llanes en Asturias y sabía el problema que había con las redes”, asegura.
“Hay redes para asfaltar las carreteras del planeta entero , pero depende mucho de los aires que tengan los políticos
Es aquí, en Zamora donde ha comenzado este proyecto a través del cual se pretende mejorar el asfaltado de las carreteras gracias a las redes ya inutilizadas contribuyendo además a la reducción de materiales fósiles procedentes del petróleo.
Además de Diana y Aitor, el equipo lo forman Ana Belén Ramos, María Ascensión Rodríguez y María Almudena Frechilla Alonso como miembros de la Escuela Politécnica. Siendo además ejemplo de las nuevas generaciones ya que han servido de inspiración a Silvana Aparicio, estudiante de Ingeniería Civil de Zamora que ha basado su Trabajo Final de Grado en este proyecto.
“En un lenguaje que lo pueda entender todo el mundo, lo que hacemos es secar las redes que nos envían. Mediante un proceso las convertimos en polvo y ese polvo lo mezclamos con el betún, lo que viene siendo el pegamento, para mejorar sus propiedades”, relata Movilla.
Una mezcla que vería mejoradas las propiedades de las carreteras ya que: “Lo que le pasa al betún es que pierde propiedades por la lluvia, las temperaturas extremas del invierno y lo que intentamos es mejorar sus propiedades para que no le afecten los cambios externos”.
proyecto, también bebe de aguas asturianas gracias a la colaboración de la Cofradía ‘Virgen de la Guía’ de Ribadesella Asturias y su Patrón Mayor, el Manuel Jesús Buenaga Palmero cuyo apoyo, aseguran, ha sido fundamental, proporcionando, además de las redes de nylon, información detallada sobre diversos aspectos relevantes para la investigación.
También cuenta con carácter internacional y gracias a la propia experiencia de Diana Movilla, como investigadora responsable ya que cuenta con la colaboración internacional de la Universidad Austral de Chile de la mano de Manuel Lagos.
De la idea y la investigación a conseguir un mundo más sostenible: "Lo importante es hacerlo lo mejor posible para las nuevas generaciones"
Este proyecto "TED2021-131540A-I00, financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033 y por la Unión Europea NextGenerationEU/ PRTR, en el marco de la Convocatoria «Proyectos Estratégicos Orientados a la Transición Ecológica y a la Transición Digital» 2021" finalizará en diciembre de este 2024, y del estudio al hecho, hay un trecho.
“La hoja de ruta es una vez que terminemos en diciembre esta parte, comenzaremos la fase que llamaremos macro. En el laboratorio confeccionamos probetas de asfalto con este material y la sometemos a ensayo de distintas cosas. Las tensionamos, las desgatamos, para ver cómo se comportan a nivel más real”, explica Diana.
Por el momento las pruebas se reducen al laboratorio ya que “las carreteras en España son públicas y para poder aplicarlo necesitamos que las instituciones nos dieran el vamos”.
Una luz verde que también necesitarían de las empresas constructoras para convertirlo en una realidad: “Tendrían que optar por este material, pero ya dependería del ministerio de Transportes, de políticos que dijeran que sí a poner este material porque también depende de la normativa estatal en cuanto al uso de materiales porque además es muy restrictiva en cuanto a qué materiales se utilizan”.
“Hay redes para asfaltar las carreteras del planeta entero , pero depende mucho de los aires que tengan los políticos, para estos temas hay que hacer mucho lobby y depende de la administración que a veces sí y a veces no”, concluye Diana Movilla.
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