Saulo y el baloncesto, el baloncesto y Saulo. Es cómo si hubiera nacido para ello, como si el destino ya estara escrito. Decimocuarta temporada al frente del CB Zamora, 359 partidos dando directrices como capitán del barco blanquiazul. Si hablamos del CB Zamora tenemos que hablar indudablemente de Saulo Hernández. Cuando nació, su padre, Gerardo Hernández, fundó el club. La sangre que corría por las venas de Saulo ya no era de color rojo, sino blanquiazul. Como entrenador muchas experiencias, conocimientos, lloros, dramas, alegrías y pasión. Y como de tal palo tal astilla, sus dos hijos son unos apasionados más del baloncesto zamorano. Como pequeños jugadores y grandes espectadores.
A solo unas horas de que comience esta histórica temporada, Saulo habla desde el corazón de lo que supone llevar al CB Zamora a la segunda categoría del baloncesto nacional. Una aventura que saldrá bien.
¿Cómo ha ido esta semana a la víspera del estreno liguero? ¿Te hubiera gustado unos días más para acoplar las piezas?
Muy bien. Yo creo que la primera premisa que le gustaría a cualquier entrenador antes del primer partido es que todo el mundo esté sano. Vamos a viajar los doce jugadores, incluido Carlos Sáenz-Díez y si no hay ningún contratiempo a nivel vírico o algo raro antes del partido, pues estarán todos disponibles.
Tenemos la sensación de haber trabajado correctamente, aunque haya sido una pretemporada un poco atípica por la Copa España. No echo de menos más días, nos apetece saber ya cómo estamos en esta liga, es algo que lo venimos repitiendo desde hace meses. A mí la gente me pregunta que cómo veo al equipo y yo respondo que no sé. Es como si lo comparas con una oposición, yo llevo muy bien el temario, el problema es que a lo mejor hay veinte personas que lo llevan mucho mejor que yo.
¿Qué conclusiones has sacado en estos cuatro partidos entre Copa Castilla y León y Copa España? Lo que más y menos te ha gustado
Lo que más me ha gustado es el nivel de los rivales, eso lo intuía, pero tienes que estar a pie de pista para ver cómo juega Leo Westermann o Cruz (Baloncesto Fuenlabrada). Me ha gustado el nivel general de todos los jugadores a los que nos hemos enfrentado en esta pretemporada. En cuanto a mi equipo lo que más me ha gustado es que hemos acertado a nivel personal con los fichajes. Todavía no sabemos si habremos acertado a nivel deportivo porque eso se va viendo con el paso de la semana. Es un placer para un entrenador el acudir al pabellón con la sensación de que vas a estar a gusto, los jugadores te van a seguir, te van a atender y van a intentar dar lo mejor de sí.
Y lo que menos me ha gustado, ha sido la configuración de la pretemporada por la Copa de España. Ha sido raro y atípico. No es normal que el fin de semana antes de empezar la Liga no juegues un partido porque nos tocaba descansar en la Copa España y no teníamos un rival de Primera FEB que nos pudiésemos encontrar. Además, el principio de la pretemporada fue un poquito raro porque había jugadores que no habían llegado y jugadores que arrastraban lesiones como Jacob Round. No hemos podido entrenar lo que nos gustaría, pero creo que eso son cosas del día a día. Yo tengo muy claro que no puedo ir todo perfecto.
Los jugadores coinciden en que generas una atmósfera especial no solo para lograr esa conexión en el parqué sino con la ciudad y los zamoranos. Realizáis actividades juntos fuera del ámbito del trabajo.
Antes de retirarme como jugador yo ya pensaba en ser entrenador, o pensaba como un entrenador con lo cual yo intenté fijarme a lo largo de los años que estuve en un vestuario en las cosas buenas y malas que veía en mis entrenadores. Tenía claro que los jugadores, son personas antes de jugadores y que a cualquier persona que le trates bien responde.
La experiencia que he tenido con todos los jugadores es que cuando tú les das, ellos te lo devuelven multiplicado. El problema es que a los entrenadores nos cuestan muchas veces dar porque tenemos tanta sensación de urgencia, de competir y de ganar desde el primer día que no te atreves mucho a dar.
En el CB Zamora hemos mantenido la política de que las personas van primero que los jugadores y que nosotros vamos a darles todo lo que tenemos dentro y fuera de la cancha. Después vamos a ver cuánto nos dan en la cancha. No hago nada especial, intento ser transparente, intento que todo el mundo entienda que, si vamos a pasar nueve meses juntos de nuestra vida, creo que merece la pena hacer un esfuerzo por comportarse como buenas personas y estar a gusto unos con otros.
También ayuda a que soy padre de dos hijos. Tengo uno de 11 años y otro de 16 y me pongo a pensar cómo me gustaría que les tratarán si viajaran fuera sin conocer a nadie.
Qué nos puedes decir de los fichajes. Alguna curiosidad o algo que te haya sorprendido
Zaid Hearst ha jugado a muy buen nivel, en muy buenas ligas europeas. Es el más veterano del grupo y tiene humildad y muchísimas ganas de trabajar cada día. Eso me ha agradado enormemente. Me gustan las ganas que tienen todos los jugadores, individualmente, de mejorar en las cosas que les hemos dicho. Creo que, Ondrej Hazlick, Kremisic Nikic, Jordan Walker y Junior Saintel han progresado en estas cuatro semanas, más de lo que a lo mejor podría yo imaginar. Hay jugadores que, cuando les dices cosas piensan, pero ¿qué me estás contando? y hay otros jugadores que piensan que el entrenador me está intentando ayudar.
No hay diferencias. Hay presupuestos meteóricos en comparación el CB Zamora. ¿Se va a notar esa diferencia de presupuestos en los partidos? Te hubiera gustado mayor equilibrio en el tema económico
En verano, mucha gente me decía que hemos tenido mala suerte porque esta Primera FEB se convierte en la mejor de los últimos 15 años y que lo vamos a tener complicado para mantenerlos. Pero yo lo veo al revés, tenemos suerte de que la ciudad va a poder ver y disfrutar de la mejor liga que se ha visto en España en los últimos 15-18 años. Como entrenador pues para mí, es un lujo.
El competir contra gente que es mejor que tú, eso es lo que verdaderamente interesante. Para ello, hay que dar el máximo de tus capacidades y si ganas, la alegría va a ser tremenda porque sabes lo que has tenido que hacer detrás para poder ganar. Ese ambiente me gusta. Entiendo que hay equipos con mayores presupuestos y que haya mejores que nosotros, que somos recién llegados a la Liga, pero vamos a luchar. La baza del Zamora no solo tiene que ser la fortaleza del del primer equipo yo diría la fortaleza de una ciudad.
Como deportista me emociona ver una ciudad, una provincia volcada con un equipo. La sensación de pertenencia y de identidad a ese a ese equipo y como a través del deporte se genera una serie de emociones y de sentimientos que son muy difíciles de encontrar en otras áreas de la vida
Hablemos de ti. Decimocuarta temporada. 372 partidos tu padre, tu ya llegas a 359 sería un orgullo superar la cifra de tu padre.
Si no hay una desgracia, la cifra debería de superarse. Si te lo dicen al principio piensas que son muchos partidos. Yo a los jugadores les digo que, como jugador y entrenador, he vivido la sensación de estar en el vestuario previo a un partido más de 600 veces. Pese a llevar tanto tiempo, siempre sientes nervios, piensas si eres capaz de ayudarles saber. Cuando no tenga esa motivación daré un paso atrás y hasta aquí hemos llegado.
Cogiste el equipo en 2011 cuando el CB Zamora estaba en Liga EBA. ¿Cómo ha evolucionado la entidad? ¿Y cómo ha evolucionado Saulo como técnico?
No ha sido un crecimiento lineal ni mucho menos. Cada año se daba un pasito para adelante, pero los pasitos eran, a veces, casi imperceptibles solo los que estamos dentro veíamos ese pasito. Los últimos dos tres años el crecimiento ha sido exponencial y lo que antes era solo un pasito ahora se multiplica. El CB Zamora no es solo Saulo, hay una cantidad de buenas personas que se han dedicado horas de su tiempo libre a luchar porque este sueño un poco colectivo se lleve a cabo en una ciudad pequeña como Zamora.
Has imaginado mucho cómo será ese debut en Primera FEB. Qué te dice tu hijo, tu familia. Lo viven mucho.
Literalmente llevo toda mi vida en el baloncesto. Mi padre fundó el CB Zamora cuando yo nací, con lo cual toda mi infancia la recuerdo relacionada con el baloncesto.
Fui jugador profesional desde los 18 hasta los 31 o 32 años. Pasé por Liga EBA, por LEB Plata y durante un año estuve vinculado con ACB. He estado en multitud de pabellones grandes, medianos y pequeños medianos. No es algo que me haga sentir extraño porque es un hábitat natural para mí.
Lo que me motiva es conseguir a través del deporte identificarse con las personas. Hace 30 años había dos canales en la televisión y ahora es complicado conseguir la atención de un chaval joven. A un clic tenemos cualquier deporte y en Internet tenemos resúmenes. Me atrae que mi equipo mueva sentimientos.
Hablemos del próximo rival, el Hestia Menorca. Ascendieron en 2023 y en sur egreso a la categoría por poco se colaron en los puestos de play-off de ascenso. Un equipo servir de espejo para el CB Zamora
Han hecho un proyecto muy coherente. Apostaron por un entrenador, Javi Zamora, y tenían un presupuesto para subir, pero no lo consiguieron y no se volvieron locos. Lo volvieron a intentar, tampoco consiguieron ascender y siguieron creyendo hasta que lograron ascender. Ahora están dando los pasos adecuados para seguir creciendo.
En tu opinión, ¿Qué equipos son los más fuertes y el que va a sorprender?
Por plantilla, los equipos más fuertes serían: Estudiantes, San Pablo Burgos, Baloncesto Fuenlabrada, Obradoiro, Palencia y Real Betis. A mí de esos seis me gusta mucho la plantilla de Fuenlabrada y Estudiantes. Creo que puede sorprender el Oviedo. No tiene una plantilla con nombres para asustar, pero creo que trabajan muy bien y Javier Rodríguez ha mantenido una base desde la temporada pasada. Eso ha hecho que en la pretemporada hayan tenido buenos resultados.
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