Los barones del Partido Popular apelaron este lunes a la libertad y a la igualdad de oportunidades educativas para impulsar su propia EBAU, merced a un acuerdo rubricado hoy en el Colegio Arzobispo Fonseca de Salamanca que promulga un único examen con los mismos contenidos e idénticos criterios de corrección que será implementado en estos territorios a partir de 2025. De este modo, los presidentes autonómicos del PP arroparon a un Núñez Feijóo erigido en hombre de estado, aunque solo en estos territorios, invitando, eso sí, a los demás a sumarse.
El turno de parlamentos de los barones fue abierto por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien manifestó que “no tiene sentido que la prueba no seleccione a los que más se esfuerzan y a los que más saben y que los mejores, en ocasiones, se queden fuera”. De hecho, la dirigente madrileña arcgó contra las políticas socialistas que, en sus palabras, “vienen destruyendo la calidad educativa desde la Logse”, además de que la LOSU, última legislación de la educación superior vigente, “se rinde a los nacionalistas”, desde su punto de vista.
Díaz Ayuso afirmó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al “destruir” la calidad educativa, “acaba con el ascensor social” y denunció, además, que, dentro de sus competencias “ha ido llenando los temarios de ideología”. “Quieren un futuro en el que os ciudadanos pierdan las ganas y los jóvenes no sepan de dónde vienen y, por tanto, quienes son”, lamentó, atacando para finalizar la falta de liderazgo de Sánchez. “Esto lo deberíamos hacer en una conferencia de presidentes, pero sin presidente no hay conferencia”, apostilló.
A continuación, la presidenta de las Islas Baleares, Marga Prohens, insistió en que con este proyecto de Ebau común los jóvenes podrán competir “en igualdad de condiciones en todo el territorio nacional”, a pesar de ser un acuerdo “respetuoso con la diversidad lingüística y cultural”. “Esta España unida desde la diversidad es capaz de llegar a acuerdos en beneficio de los jóvenes”, señaló.
Prohens defendió que “el talento, la capacidad y el esfuerzo” se valoren “sin distorsiones”. “Apostar por los jóvenes no es un bono cuando se acercan las elecciones, ni darles un pequeño regalo para comprar su voluntad, es apostar por la emancipación y por la formación, solo así tendremos ciudadanos libres y valientes con criterio propio en esta época del fango y las ‘fake news’”, manifestó la dirigente balear.
Por su parte, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, recordó que la educación como motor de desarrollo es “fundamental” en las comunidades. Un sistema de educación “de calidad”, en su opinión debe estar regido por los principios de “igualdad de oportunidades de mérito y de trabajo”. “Queremos que los estudiantes aragoneses y españoles sepan que el mismo trabajo y sacrificio significa los mismos resultados, independientemente de la comunidad. Hoy lo hacemos posible y a mí me parece una magnifica noticia que lo haga el PP, un partido en España que defiende la igualdad”, matizó en su discurso.
La identidad del territorio centró la intervención del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, quien refirió que “no es menos importante, ni es excluyente, ni busca la disparidad”, sino que “es singular y enriquecedora del conjunto”, además de “coherente con un proyecto común”. Sin embargo, Mazón advirtió de que “cuando lo singular vulnera la igualdad, se llama privilegio” y, en este sentido, defendió que “no hay mayor garante de la igualdad de oportunidades que la educación”.
Esta iniciativa es, según el dirigente valenciano, trata, precisamente, de igualar oportunidades “de acceso, de formación y de vida”. “La moneda con la que construimos cada día el estado tiene dos caras: la unidad y la autonomía. Y la educación solo puede ser una cuestión de estado”, manifestó, destacando que la educación “distribuye mejor la garantía de progreso y la igualdad de oportunidades”. “Nos compete ponernos de acuerdo en una educación más justa e igualitaria. Es solo un ejemplo de las muchas iniciativas que vamos a poner en marcha en muchos otros ámbitos”, finalizó.
Una idea compartida por el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, quien celebró que hoy, en Salamanca, el PP dio un paso “valiente”, demostrando que “otra forma de gobernar es posible” y que “en España todavía hay una esperanza, muy alejada del ‘sanchismo’”. “Hoy avanzamos hacia una educación en libertad y les damos a todos los mismas oportunidades. Es el momento de superar los errores de anteriores leyes y actuar desde la sensatez”, refirió.
López Miras apostó por “una educación en la que las nuevas generaciones cuenten con los mejores recursos de un sistema justo y coordinado, que no deje a nadie atrás y ponga en valor el rigor y el esfuerzo”. Según el dirigente murciano, “los jóvenes son el presente, están aquí a ahora y están construyendo la España que legarán a las futuras generaciones”. Por eso, concluyó, “hace falta un proyecto de país, alejado del populismo y del daño que está haciendo el ‘sanchismo’ a las instituciones”, ya que, en su opinión, “solo el PP es capaz de llevar a la práctica los avances que la sociedad exige”.
Finalmente, antes de la intervención de cierre, a cargo del barón anfitrión, Alfonso Fernández Mañueco, tomó la palabra el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, quien aseguró que este asunto trata de contraponer “la imposición frente al diálogo”. “Pedro Sánchez ha vuelto a despreciar a las comunidades al elegir un modelo de EBAU sin contar con nadie. Cuando actúa por imposición, no desprecia al PP, sino que está despreciando al conjunto de los ciudadanos. En el caso de Andalucía, a nueve millones de ciudadanos, casi dos millones de escolares que en algún momento harán la EBAU, y de los que se está burlando”, afirmó.
Moreno criticó que, “en España, al único al que se escucha es al señor Piugdemont, al que le importan muy poco los asuntos de estado” y como “a Sánchez solo le importa su situación”, el Gobierno, por tanto, “es una coalición de intereses particulares”. “Afortunadamente, existe un proyecto alternativo. Por eso hoy nos citamos aquí para fraguar este cambio que representa a 33 millones de españoles. Lo mejor que haría el Gobierno de España sería escucharnos y rectificar”, zanjó.
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